sábado, 4 de febrero de 2012

Todos tenemos un dulce amor. En el barrio, en la oficina, de vacaciones, en la escuela,  en el pasado, en el presente y en el futuro.








Mientras crecemos, aprendemos que la única persona que se supone que no nos debe decepcionar, probablemente lo haga. Tendrás tu corazón roto y romperás otros corazones. Pelearás con tu mejor amigo o tal vez te enamores de ellos, y lloraras porque el tiempo pasa volando. Asi que haz muchas fotos, perdona libremente, y ama como si nunca hubieras sido lastimado. La vida viene sin garantías, sin tiempos de espera, sin segundas oportunidades. Solamente tenéis que vivir la vida al máximo, decirle a alguien lo que significa para ti y decirle chau a otro, hablar claro, bailar bajo la lluvia, agarrarle la mano a alguien, consolar a un amigo, quedarte dormido viendo salir el sol y quedarte despierto hasta tarde. No tengas miedo de tomar riesgos o enamorarte y sobre todo, vive el momento porque cada segundo que pases enfadado, es un segundo de felicidad que nunca va a volver.